¿Cómo se vive dentro de un submarino?

¿Cómo logra subsistir la Armada dentro de un submarino? Conoce una de las profesiones más arriesgadas del mundo, a bordo de una nave sumergida cientos de metros bajo el agua.

La vida dentro de un submarino puede ser dura y desafiante, tanto física como psicológicamente. Hay poco lugar para moverse, para dormir, las actividades son repetitivas, y todo eso conviviendo día tras día, durante varias semanas, con la misma tripulación.

Pero podría ser peor: en la actualidad, pasar meses encerrado en una máquina metálica debajo del agua, junto a decenas de tripulantes, se ha hecho algo más llevadero y no tan doloroso como antes.

El submarino: una nave con historia

Desde aquellos malolientes submarinos de la Primera Guerra Mundial, los viejos Clase S de 1914, llenos de moho y cucarachas, pasando por los de la Segunda Guerra Mundial, en los que la tripulación sabía que se estaba quedando sin oxígeno porque no podían prender sus cigarrillos, lo cierto es que, con el correr de los años, la vida dentro de un submarino de guerra ha ido mejorando, aunque algunas cuestiones siguen siendo más o menos las mismas.

Pero… ¿Quieres saber exactamente cómo se vive dentro de los submarinos modernos? ¿O cuál es la rutina diaria de los tripulantes? Pues entonces, sigue leyendo, porque durante los próximos minutos nos sumergiremos en la curiosa vida de los submarinistas de guerra. Toma aire, prepárate, y cierra las escotillas.

submarino nuclear

Los submarinos con propulsión nuclear: variedades

Si vamos a los modernos submarinos de propulsión nuclear, aquellos que pueden permanecer sumergidos durante varios meses sin necesidad de salir a la superficie, podemos distinguir entre dos tipos: los submarinos de ataque y los submarinos balísticos.

  • Submarino nuclear de ataque: son más pequeños, dependiendo de la misión pueden ser desplegados durante algunas pocas semanas o hasta meses.
  • Submarino nuclear balístico: son aquellos que pasan la mayor parte del tiempo sumergidos, siendo amenazas constantes y elementos estratégicos para los países que, actualmente, disponen de ellos. Nos referimos a países como Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña, e India.

El patrullaje en un submarino nuclear

El ciclo de patrullaje completo para este tipo de submarinos es, aproximadamente, de 100 días: unos 75 días de navegación, y el tiempo restante de aprovisionamiento y mantenimiento en puerto, si bien los números pueden variar para hacer patrullajes más extensos.

tripulacion submarino nuclear

Cada submarino dispone de dos tripulaciones (en Estados Unidos las denominan “azul” y “dorada”) que se van alternando para que, de esta manera, la nave pueda permanecer lista y disponible durante la mayor cantidad de tiempo. A su vez, las tripulaciones están integradas generalmente por entre 120 y 130 personas, siendo alrededor de 15 oficiales y, el resto, suboficiales y marineros.

¿Cómo es la vida en un submarino?

La primera tarea en cualquier submarino es, luego de sumergirse, asegurarse de que no haya ningún tipo de filtración de agua. Parece mentira, pero el submarino INS Arihant de India, valuado en 2.900 millones de dólares, se encuentra inactivo desde 2017 porque uno de los tripulantes olvidó asegurar una escotilla: esta primera tarea es fundamental.

Luego, sí, la vida de los marineros entra en un ciclo diario de 18 horas divididas en tres segmentos de seis. Seis horas para intentar dormir, seis horas para permanecer de guardia, y seis horas de tiempo libre, que se utiliza generalmente para comer, asearse, entrenar, leer, estudiar el funcionamiento del submarino, mirar películas, o en caso de ser necesarias, tareas de mantenimiento. En realidad, la mayor parte del tiempo libre de la tripulación se aplica a esta última actividad.

Durante las seis horas de guardia, cuando no se está en alguna misión particular de ataque (es decir, la mayor parte del tiempo) se realizan constantes e infinitos simulacros de distintas situaciones de emergencia. Esto con el solo propósito de anticiparse a cualquier tipo de eventualidad que pueda suceder, llegado el caso, durante el combate real.

Aunque los peligros en un submarino van más allá de los posibles conflictos militares, y hay varios peligros a los que puede enfrentarse la tripulación. Uno de ellos, y quizás el más serio, es la posibilidad de un incendio. Este puede ser causado por pequeños fallos dentro de la compleja red eléctrica de la nave, y una pequeña chispa podría resultar fatal. Es que el fuego crece consumiendo algo que es vital para la supervivencia de los marineros: el oxígeno.

Una historia con tragedias

En 2019, por ejemplo, un incendio que se originó en el compartimento de baterías y luego se propagó por la nave causó la muerte de al menos catorce tripulantes en un submarino nuclear ruso.

Al parecer, el fuego se habría generado por un cortocircuito y los diferentes sectores del buque se llenaron del humo que circuló a través de la ventilación, sin dar tiempo a que los fallecidos lleguen a protegerse. Es por esta razón que la atención tiene que ser máxima, y todos los marineros deben estar listos para cualquier emergencia posible.

El descanso en un submarino

Por otro lado, las seis horas de sueño, claves para la salud psicológica de los tripulantes, también presentan su desafío. Ten en cuenta que, dentro de un submarino, se tratará de ahorrar espacio en todo lo que no sea vital para el funcionamiento de la nave, que presenta así un minimalismo que en otro contexto casi podría estar de moda.

Es por eso que las camas son pequeñas, tanto que muchas veces se las compara con ataúdes. Se ubican en grupos de tres, una encima de la otra, en pequeñas habitaciones para nueve personas, o bien, a ambos lados de un pasillo. De hecho, en varias ocasiones y debido a la falta de espacio, hay marineros que deben recurrir al “método de la cama caliente”. Es decir, ocupar la litera de un camarada que, segundos antes, estaba también durmiendo.

Es común que solo el comandante de la nave posea un cuarto propio, pero no es nada del otro mundo. En los submarinos rusos, por ejemplo, se trata de un cubículo prácticamente espartano: hay lugar para una litera cómoda, un armario y un escritorio. También los baños escasean, a veces habiendo uno para 40 personas. Todo es estrecho, y la vida de los submarinistas transcurre prácticamente en un largo y angosto pasillo, en donde los movimientos se reducen a lo estrictamente necesario.

dormir en un submarino

La gastronomía en los submarinos

Para lo que sí se concede un lugar más grande, comparativamente, es para la cocina, siendo la comida un elemento clave para la tripulación y uno de los principales motivos por el cual los submarinos deben volver a reaprovisionarse a puerto cada 70 días. Porque, repasemos, los submarinos nucleares pueden producir su propio oxígeno y agua potable.

cocina de un submarino

Además, las comidas son también fundamentales para que los marineros experimenten algo parecido al día o la noche, dependiendo de si les sirven alimentos típicos del desayuno o si les sirven las sobras, que indican la medianoche. Y esto se explica porque hay un reducido número de tripulantes que sí mantiene el horario de día normal de 24hs.

No solo eso: las comidas son imprescindibles para mantener la moral de la tripulación. Hay fuerzas donde el alimento se carga y se reparte en raciones selladas herméticamente, pero en otras el cocinero ocupa un lugar clave en la vida de los tripulantes. De esta manera, no es raro que busquen mejorar su comida con algunos ingredientes especiales, o pizcas de sabores tradicionales que hagan sentir a los navegantes más en casa.

La buena comida, combinado con el poco movimiento, lleva a muchos submarinistas a subir de peso, habiendo casos en los que prefieren saltarse alguna comida para evitarlo.

La salud mental dentro de un submarino nuclear

Por otro lado, como te podrás imaginar, estar encerrado durante semanas con las mismas personas, en espacios reducidos, sin poder ver la luz del día o respirar aire puro, puede ser una experiencia muy dura en cuanto a lo psicológico. Es por eso que, para siquiera ser seleccionable en una tripulación, quienes pretenden embarcarse deben aprobar una vasta serie de pruebas específicas, evaluaciones psicológicas y cursos intensivos.

submarino nuclear norteamericano

Pero incluso una vez pasado todo esto algunos submarinistas finalmente no pueden soportarlo. De acuerdo a un marinero británico, hay una forma sencilla de identificar a quienes se ven afectados por las condiciones de la vida bajo el agua: “Los ruidosos se vuelven silenciosos y los silenciosos, de repente, se vuelven ruidosos”.

No obstante, los que se vuelven locos son los menos: no es tan común como podría pensarse en un principio. Y esto se debe a que la gran mayoría de los marineros que están a bordo realmente han elegido la vida del submarinista. En palabras del capitán soviético Igor Britanov: “la vida de un submarinista no es un servicio, es una religión”.

Conoce a tu submarino como a la palma de tu mano

Pero la preparación no termina en el plano psicológico. Aun llegando a formar parte de la tripulación, los novatos tienen que dedicarle mucho tiempo a estudiar para conocer a la perfección cada parte del submarino. Deben poder responder a cualquier emergencia, a todos los imprevistos.

partes de un submarino

Solamente de esta manera podrán ganarse sus insignias de guerra submarina, los famosos “delfines”, y, en consecuencia, el respeto profesional de los marineros más experimentados.

De todas maneras, las tripulaciones submarinistas suelen destacarse por un alto nivel de camaradería y hermandad, sin tantas formalidades como las de los barcos de superficie, y todo a raíz de compartir tanto tiempo juntos y en tan poco espacio.

¿Cómo está organizado un submarino?

Por último, más allá de lo que es la vida en sí misma dentro de un submarino, exploremos la estructura de una de estas máquinas subacuáticas. Para esto, tomaremos como ejemplo los submarinos nucleares norteamericanos, que miden unos 170 metros de largo y casi 13 metros de manga. Todos ellos se dividen, en general, en tres compartimentos.

submarino nuclear norteamericano

En la parte delantera, el compartimento de operaciones, desde donde se controla todo. Allí se encuentran la sala de control, las salas de batería, de radio y sonar, la sala de torpedos, la sala de maquinaria auxiliar, las salas de descanso para la tripulación, y los comedores tanto para oficiales como para marineros.

Siguiendo el orden, por la mitad del submarino se encuentra el compartimento del reactor nuclear, la pieza clave que le permite al submarino realizar largas operaciones sin necesidad de dirigirse a puerto para recargar combustible. De allí, por supuesto, surge la energía de propulsión y del sistema eléctrico. El vapor generado en este compartimento va luego al último, la sala de máquinas, donde se encuentran los motores y los generadores eléctricos.

Un submarino, dos mundos

De esta manera, se puede decir que estas máquinas subacuáticas llevan a bordo dos mundos diferentes. La mitad de adelante, donde los tripulantes comen, duermen y, llegado el caso, ocupan sus estaciones de combate; y la mitad de atrás, en donde están los motores.

Lógicamente, son dos escenarios absolutamente complementarios, ya que uno no tendría sentido sin el otro. Un submarino que entre en conflicto estaría conformado por aquellos hombres que hacen la guerra y aquellos que hacen que se mueva la nave.

Como lo grafica un marinero británico desde la sala de máquinas del HMS Triumph: “Nosotros empujamos, ellos pelean”.

oficial dentro de un submarino

Compartimentos de los submarinos balísticos

Ahora bien, los submarinos balísticos poseen, obviamente, un compartimento de misiles, que se ubica justo entre el compartimento de operaciones y el del reactor nuclear. En el caso de los estadounidenses, se trata básicamente de una sala de cuatro niveles que contiene 24 tubos de lanzamiento y todo el material necesario para su activación.

compartimentos submarino balistico

Además, entre los tubos, usualmente, es donde se encuentra el poco equipamiento de gimnasio que utiliza la tripulación para mantenerse en forma. Un curioso lugar para entrenar, sin dudas.

En definitiva, como habrás podido apreciar, el poco espacio que hay dentro de un submarino se aprovecha al máximo, pero no todos pueden soportar llevar el estilo de vida y las presiones del marinero submarinista. ¿Y tú? ¿Crees que podrías aguantar meses de patrullaje bajo el agua, completamente aislado del mundo exterior?

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